jueves, 30 de junio de 2011

CIEN AÑOS DE CANTINFLAS


Mario Moreno con su personaje Cantinflas

Cartel de su primera película





El próximo mes de agosto se conmemorarán los 100 años del nacimiento del artista mexicano más popular y conocido en todo el mundo: Cantinflas. Con ese motivo se preparan diversos actos. Una película sobre su vida, interpretada por el actor español Oscar Jaenade, una serie de televisión que se llamará “El mundo de Cantinflas”, un remake en 3D de “La vuelta al mundo en 80 días”, que rodó en 1956 en Hollywood junto a David Niven y que le valió ganar un Globo de Oro, una estatua en el Rastro madrileño, y un busto en Panamá, entre otros muchos actos.

Fortino Mario Alonso Moreno Reyes, que era su verdadero nombre, nació en la ciudad de México el 12 de agosto de 1911 y murió en la misma ciudad el 20 de abril de 1993, a causa de un cáncer de pulmón. Está enterrado en el Panteón Español de la capital mexicana. Comenzó su carrera artística en el circo y según el recientemente fallecido escritor Carlos Monsivais en una ocasión, al principio de sus actuaciones, se le olvidó el texto y comenzó a decir frases sin sentido, disparatadas, con una sintaxis muy peculiar y alocada que causó la risa entre el público y alguien le grito “Cuánto inflas”… y de ahí vino su nombre artístico.

Cantinflas representó al pelado mexicano, hombre humilde, y tuvo con él éxito en todo el mundo, aunque principalmente en los países de habla hispana por la dificultad de traducir a otros idiomas su peculiar manera de hablar. Desde el principio fundó su propia productora, Pasa Films, y comenzó su carrera cinematográfica en 1940 con “Ahí está el detalle” y con “Ni sangre ni arena” (1941) hasta completar una cinematografía de 34 películas. A mitad de su carrera fue contratado por la productora estadounidense Columbia y en 1956 rodó si gran éxito internacional “La vuelta al mundo en 80 días”, sobre la novela de Julio Verne, y en compañía de David Niven y un extenso reparto y “cameos” de grandes actores. Le valió ganar el Globo de Oro. Poco más tarde, la productora intentó repetir ese gran éxito con “Pepe”, pero ya no tuvo la misma acogida. La última película que rodó fue “El Bandido”, en 1981.

La influencia de su manera de hablar fue tan grande que en 1992 la Real Academia de la Lengua española incorporó a sus diccionarios el verbo cantinflear.

domingo, 26 de junio de 2011

XOCHIMILCO, EN PELIGRO


Recorriendo las lagunas en trajinera/Foto del autor

Aspecto de Xochimilco con sus trajineras/Foto del autor

Los marciachis amenizan los recorridos/Foto del Autor

Más traijneras en Xochimilco/Foto del autor

Xochimilco visto desde las lagunas/Foto del autor

Xochimilco (campo de flores) está situado al sur de la ciudad de México. Patrimonio de la Humanidad desde 1987 es uno de los principales atractivos, imagen de folletos, reclamos de películas y parada obligada de los circuitos turísticos. Asimismo histórico lugar de encuentro entre dos de los principales líderes revolucionarios: Zapata y Pancho Villa. Sus paseos en barcas -trajineras- adornadas de flores (hoy, desgraciadamente, de polispam pintado de colores) y con nombres de mujeres por las aguas de estas lagunas, frecuentemente acompañadas por las músicas de mariachis, configuran una estampa clásica que está pasando por uno de sus peores momentos. La ocupación ilegal de terrenos y la extracción indiscriminada de aguas ha hecho disminuir el volumen de éstas poniendo en peligro y arruinado muchas parcelas dónde se cultivan las flores y convirtiendo en muchos lugares en sucias las aguas de las lagunas. A pesar de las quejas de sus pobladores no se han tomado las medidas correspondientes y se teme por el porvenir del sitio, por su potencialidad turistica e, incluso, por que la Unesco retire la declaración de Patrimonio de la Humanidad. Esde pulmón ecológico y bello de la ciudad de México necesita medidas urgentes para conservarlo.

sábado, 18 de junio de 2011

QUERÉTARO, LA PALABRA MÁS BONITA DEL IDIOMA ESPAÑOL




Aspectos de la ciudad de Querétaro/Fotos del autor

Con motivo de celebrar el Día del Español el Instituto Cervantes quiso saber cuál es la palabra más bonita del español, un idioma hablado por más de 500 millones de personas en todo el mundo Entre las cientos de palabras propuestas resultó ganadora, tras una votación, la de Querétaro.¿Qué es Querétaro? No figura en el diccionario del español y seguro que millones de personas nunca la habían oído ni la habían pronunciado. Pero Querétaro existe. Es un estado mexicano y también la ciudad capital del mismo. Fue propuesta por el actor mexicano Gael García Bernal y parece que significa algo así como Isla de Salamandras Azules.
Fue fundada Querétaro por los otomíes por el siglo XV siendo inmediatamente conquistada por los aztecas y, poco después, por los españoles (1531). Fue la principal base de los misioneros tanto para México como para la parte oeste de lo que hoy es Estados Unidos. Pero, a principios del siglo XIX,  tomó un papel en la historia al convertirse en el centro de la conspiración, capitaneada por el cura Miguel Hidalgo, que quería liberar al país del dominio español o francés, pues en esos momentos España estaba librando la guerra de la Independencia contra las tropas de Napoleón y el cura Hidalgo proclamó su fe en la Virgen de Guadalupe y en el rey Fernando VII. Asimismo en Querétaro el emperador Maximiliano se rindió a las tropas del general Escobedo, con Benito Juárez como máxima figura. Allí mismo fue fusilado en el año 1867. Y más tarde, en plena Revolución, en 1917, el grupo constitucionalista elaboró en Querétaro la Constitución mexicana, que  sigue siendo básica actualmente. Y para terminar con los hitos históricos de  Querétaro, en esa ciudad se fundó en 1929 el PNR, posteriomente reconvertido en PRI, partido político que dominó la política mexicana durante todo el siglo XX y que aun hoy en día sigue siendo fundamental.

jueves, 16 de junio de 2011

JORGE MARÍN, EL EQUILIBRIO EN BRONCE







Fotos del autor

El Paseo de la Reforma a su paso por Chapultepec, justo donde están el lago, por un costado, y el Museo Nacional de Antropología, por el otro, se esta convirtiendo en la mayor galería de arte al aire lbre: esculturas y fotografías son habituales en ese bello espacio. La ciudad de México confirma así su decidida vocación por el arte y el muestrarlo de tal manera que todos puedan acceder sin ningún obstaculo.
Jorge Marín (1963), pintor y sobre todo escultor, expone sus bronces de gran tamaño que ha titulado Las alas de la ciudad. Una reunión de personajes: atletas, equilibristas, ángeles... que tienen como común denominador el equilibrio y la serenidad, en plena naturaleza de un bosque urbano.

JADE96 (relato)

"Pareja de enamorados", de Juan G. Ripolles


Como todas las mañanas, Luis llegó a la parada del autobús con un par de minutos de adelanto. No le gustaba apresurarse ya desde las primeras horas y comenzar el día con prisas. Se levantaba siempre sin necesidad del reloj. Aproximadamente, una hora antes de tener que levantarse ya se despertaba. Encendía la radio y escuchaba las noticias en una especie de duermevela confortable. Llegado el momento, se incorporaba de la cama, se duchaba y se afeitaba, se vestía y preparaba el desayuno: zumo frío de naranja de tetabrik, un té con limón, unas galletas dietéticas y queso de untar. Lo comía en el salón viendo la tele que normalmente repetía noticias del día anterior. Después miraba por la ventana el tiempo que hacía y bajaba a la parada del bus, comprando antes el diario en el puesto que había en los bajos de su casa. El autobús habitualmente iba medio lleno (o medio vacío). Y como siempre desde hacía un par de meses, desde que la primavera había empezado a llenar de pequeñas hojas verdes las esqueléticas ramas de los árboles en las aceras, lo primero que hacía después de acomodarse en uno de los asientos, si es que había alguno vacante, o  en caso contrario de situarse apoyado contra una de las ventanillas y cerca de una de las barras, era mirarla.
Anteriormente, nunca la había visto. No habían coincidido en el autobús ni en ninguna otra parte. Pero desde la primera vez que la observó, que reparó en ella, todos los días la encontraba. Casi siempre sentada, lo que hacía suponer que vivía cerca del arranque de la línea. Alguna vez, pocas, de pie, lo que le permitía contemplarla desde otros ángulos. En aquellas aproximadamente ocho semanas, de lunes a viernes, su presencia era como una convocatoria fija a la que se había acostumbrado. Casi lo primero que hacía en el autobús era buscarla con la mirada. Y durante los quince minutos que duraba su trayecto la contemplaba, excepto cuando su asiento y su posición quedaban enfrentados. Entonces se veía obligado a ser más discreto. Apenas unas miradas de reojo o, si ella leía un libro, algo más detenidas.
Era de estatura normal. Facciones regulares, quizá las orejas un poco grandes, pelo ligeramente rizado de un moreno tirando a caoba, tez pálida. Normalmente iba de pantalones, con un suéter ajustado que le moldeaba agradablemente sus pechos llenos. Todo de color negro. Y por encima un ligero abrigo de piel color granate. Solamente la había visto hablar en un par de ocasiones, con otra muchacha. Entonces charlaba sin cesar, con unos ojos marrones muy expresivos. Le gustaba. Decididamente, le gustaba.
De vez en cuando fantaseaba sobre quién era, qué hacía, adónde iba. Y desde hacía unos días había pensado en abordarla. Lo ideal, pensaba, era que el asiento a su lado estuviese libre. Así sería más fácil y  natural poder entablar una conversación. Pero hasta el momento eso no había sucedido. Tenía que reconocer que era un tanto tímido, que le costaba iniciar así en frío una conversación. Por lo menos una conversación que no fuera excesivamente tópica y que no se agotara al cabo de un par de frases. Tenía que ser algo interesante, con un tema que permitiese prolongar los primeros comentarios, incluso retomarlos al día siguiente. Posiblemente algún tema de las noticias del periódico. Unos comentarios casuales que pudiesen derivar en algo más concreto. Así podría comenzar una relación que se convirtiese más tarde en algo personal. Tomar un café, quizá ir al cine, posteriormente invitarla a cenar...
Pasaban los días y no encontraba el momento oportuno para hablar con ella, nunca había a su lado ningún asiento vacío. En un par de ocasiones se situó muy cerca, a su espalda. Tan cerca que podía oler su perfume. Incluso una vez rozó su pelo. Era algo más baja que él, aunque cuando llevaba tacones muy altos se igualaban. Había podido observar que tenía un pequeño lunar en la oreja izquierda. No llevaba pendientes, pero sí una cadena en el cuello. Decidió que lo mejor sería continuar el viaje en el autobús hasta que ella se apease. Así sabría a donde iba, en qué lugar trabajaba, quizá donde estudiaba... Debería tener unos veinticinco años, aunque él fuera muy malo calculando las edades. 
Un lunes lluvioso llevó a cabo esa idea. Siguió de largo al llegar a la parada donde habitualmente se bajaba y con la vista fija en ella continúo viaje hasta que la muchacha se levantó y se dispuso a bajar, cuatro paradas más tarde. La siguió, procurando dejar una conveniente distancia entre ambos. Caminaron un trecho hasta que entró en un comercio de bisutería. Merodeó un rato por los alrededores, tomo un agua mineral en una café de las proximidades, y así se cercioró que de trabajaba en la tienda. Eso le daba nuevas opciones de abordarla. Quizá podría entrar un día a comprar algo y cuando ella le atendiera le diría que la reconocía, que hacían todos los días el mismo trayecto en autobús. Si lo hacía a última horas de la tarde, poco antes del horario de cierre de la tienda, a lo mejor podría acompañarla hasta el autobús, sentarse con ella y dar comienzo así a una relación. Después todo sería más fácil. La verdad es que cada día le gustaba más, se había enamorado de ella. Y eso que no era muy enamoradizo. Cuando era estudiante las chicas no le hacían el menor caso, más bien tendían a ignorarle. Cuando salía con un grupo de amigos, siempre se encontraba solo mientras que el resto se emparejaba fácilmente. Hasta que conoció a Flora. Fue su primer y único amor. Pero había acabado mal. Tendría que tenerlo en cuenta para no repetir lo que había hecho mal con Flora.


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Con Flora las cosas habían sucedido fácilmente. Se enamoraron enseguida. Pero tras unos meses de noviazgo ella se había puesto a trabajar en una oficina. Y entonces todo se empezó a torcer. Al principio él no se había dado cuenta de nada. Pero, posteriormente, comenzó a observar, cuando la esperaba a la salida de la oficina, que siempre bajaba con el mismo compañero. Cuando le dijo a Flo, solía llamarla así, que ese tipo no le gustaba nada, que mejor no tuviera contacto con él, ella se rió y le dijo que era un buen compañero, pero nada más. Y siguieron saliendo al mismo tiempo y juntos de la oficina. Luis se lo volvió a reprochar pero entonces su novia le contestó enfadada que no fuera celoso, que no se entrometiese en su vida profesional. Estuvieron así, enfadados, unos cuantos días. Flora era muy cortante, ácida, mandona y le reñía a la menor ocasión. Entonces, le recordaba a su madre, con la que había tenido una difícil relación a pesar de que vivieron juntos hasta su muerte, hacía pocos años.
Aunque volvieron a amigarse y continuaron su relación las cosas ya no eran como antes. Estaban más tensos, a la mínima ocasión discutían. Todo por el empeño de ella de no cortar unas relaciones que sabía le disgustaban a él. ¿Por qué ese empeño en salir del trabajo siempre con el mismo compañero? ¿Por qué esa defensa de lo que llamaba vida profesional?. Él no tenía secretos para ella, se dedicaba por completo a Flora y no salía con ninguna otra amiga. Por lo tanto quería para sí lo mismo que ofrecía. Su novia, su mujer, tenía que dedicarse a él y no compartirlo con nadie ni con nada. Un sábado por la noche salieron a tomar unas copas y en uno de los bares al que acudieron se tropezaron con su compañero de trabajo. Flora fue a saludarlo y estuvo hablando unos minutos, que le parecieron eternos. Cuando volvió a su lado, Luis estaba muy enfadado. Salieron discutiendo del local. Ella afirmaba que había obrado correctamente, que no tenía de nada de que arrepentirse. Al llegar al portal de su casa, la disputa no había decrecido. Para despedirse quiso besarla como siempre, pero ella no se lo permitió. Como insistía lo apartó, empujándolo.
--¡Déjame! No tengo ganas de que me beses..., y menos a la fuerza, como si fuera una propiedad tuya. ¡Que me dejes!
Él estaba enfadado. Era su novia. La besaría cuando quisiera. Justo cuando ella se desprendió de su abrazo, y subió apresuradamente los tres escalones de la parte interna del portal camino del ascensor, saltó sobre ella para retenerla y en el forcejeo Flora resbaló y cayó dándose un fuerte golpe en la cabeza. Cuando fue a ayudarla vio con horror que la sangre empezaba a manar, empapando su melena y extendiéndose por el suelo. Se asustó y marchó de allí corriendo.
Al día siguiente la policía lo fue a buscar. Entonces se enteró de que Flora se había desnucado, muriendo instantáneamente. Contó que la había dejado en el portal como siempre y que se había marchado para su casa. Le creyeron y habían atribuido la muerte a un resbalón, a un accidente casual.

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 Pasaron varios días más. Luis no se decidía a abordarla. No sabía su nombre pero en su fuero interno la llamaba cariño y hablaba con ella. Estaba tranquilo, no tenía prisa. Sabía que el momento llegaría y que todo iría bien entonces. Sin duda había encontrado a su pareja  Todos los días en el autobús procuraba situarse lo más cerca posible de ella. Un día tras otro, al acecho de su oportunidad. Cada vez averiguaba más cosas, cómo vestía, qué bisutería llevaba, cómo eran sus bolsos, generalmente grandes, qué novelas leía en el trayecto... Hasta que una mañana se enteró de algo muy especial. Estaba con una amiga y ésta le dijo que le mandaría un correo electrónico con unas fotos. Como siempre, Luis estaba pendiente de la conversación situado lo más cerca posible. Así puedo enterarse, cuando la amiga pidió que le confirmará su dirección en la red, que ésta era Jade96@ y el correspondiente punto com. Entonces decidió aprovechar esta información y modificar su estrategia. Desde ese momento, todos los días le enviaba un e-mail. Le decía que era un admirador, que estaba enamorado, que le concediera una cita. Ella no le contestaba. Pero seguía insistiendo. En una ocasión le reveló que todos los días la veía en el autobús. Y al día siguiente pudo comprobar la curiosidad de ella, cómo miraba a su alrededor intentando buscar entre los pasajeros a su anónimo admirador. Eso le dio una sensación de poder, de controlar la situación. Durante unos pocos días disfrutó de esos momentos. Pero lo que verdaderamente deseaba era hablar directamente con ella, salir a pasear, al cine o al teatro, a cenar. Poder hacer el amor con ella, sentir como se enamoraba de él...
Un día el momento que esperaba llego. El asiento de al lado estaba vació. Lo ocupó.
-- Buenos días, Jade.
Notó como se sorprendía y se ponía rígida. Lo miró y enseguida retiró la mirada.
--Buenos días, Jade -repitió-. Me llamo Luis. Tenía muchas ganas de conocerte personalmente.
--Pues yo, no –respondió cortante- ¿Cómo supiste mi correo electrónico? Me acosas a través de él. Deja de molestarme.
--Sólo quiero hablarte. Llevamos semanas coincidiendo todos los días en el bus. Me gustas y me parece estúpido que no nos comuniquemos, viéndonos como nos vemos a diario. Dos extraños en el autobús separados por una barrera invisible. No tiene sentido.
Él siguió hablándole. Ella no le contestó. Pero al menos continuó sentada, escuchándole aunque fingiese lo contrario. Al día siguiente, nada más entrar en el autobús la saludo, como si de viejos amigos se tratasen. No tuvo suerte ya que el asiento contiguo estaba ocupado por una anciana. Pero al poco tiempo se apeó y pudo sentarse al lado de ella. Le habló de varios temas y consiguió algunas contestaciones, aunque monosilábicas. Pero así empezaron su relación.  
Pocas semanas más tarde comenzaron a quedar los fines de semana. Se veían por tanto ya todos los días. Aunque Jade se mostraba amistosa no propiciaba sus avances amorosos y él comenzaba a inquietarse. Toda la paciencia que había mostrado en sus maniobras de aproximación previas al contacto personal desapareció. Seguía siendo amable y educado pero cada vez la presionaba más. Le volvió a repetir por enésima vez que estaba enamorado y que deseaba que viviesen juntos. Ella no le rechazaba frontalmente pero iba dando largas. Una noche salieron a cenar y después Jade aceptó tomar una copa en el apartamento de Luis  para ver unos vídeos que había tomado durante unas vacaciones el año anterior. Una velada que se antojaba perfecta en su conclusión. Mas las cosas no salieron bien. Bebieron unos güisquis, visionaron los vídeos, comenzaron a besarse y a acariciarse. Estaban un poco borrachos. En plena efusión amorosa, sobre el sofá, él con un brusco movimiento le quitó las bragas y se echó sobre ella. Pero Jade decidió que no quería continuar, que no pensaba pasar de los abrazos y caricias. Lo empujó fuertemente y él cayo al suelo, golpeándose la cabeza con una de las mesitas auxiliares. Se levantó y le dio un fuerte bofetón que ella le devolvió  con presteza. Continuaron  la pelea con furia cada vez mayor y haciéndose daño. En un momento dado, cuando las patadas y bofetones se habían generalizado, la cogió por el cuello, apretándoselo fuertemente, y levantándola del suelo la agitó violentamente insultándola, llamándola loca. Tras unos minutos así, Jade dejó de ofrecer resistencia y su cuerpo se desmadejó. Entonces fue consciente de que acababa de matarla. Intento reanimarla pero ya no había nada que hacer.
--¡Oh, no! ¡Dios! Yo no quería. ¡Joder, qué mala suerte tengo! Otra vez como con Flora. No hay derecho, Dios. ¡Esto no me puede volver a pasar a mí!
Posándola con cuidado sobre el sofá, comenzó a llorar con la cabeza hundida en el regazo de ella. Los efectos del alcohol fueron pasando. Y la realidad fue tomando cada vez mayor cuerpo. Cómo explicar lo que había sucedido. Nadie lo creería. La policía miraría sus antecedentes y saldría a relucir lo del accidente de Flora. Diría  que era un asesino, lo encerrarían. No podría convencerles de que era inocente, de que todo era un desgraciado accidente. Que él la amaba y no quería matarla. Pasada media hora, agotado por el alcohol bebido, por la pelea y por la posterior crisis emocional, comenzó a darse cuenta de que lo primordial era deshacerse del cadáver. Jade parecía dormida. Estaba pálida y muy bella. Hubiera sido la esposa perfecta, pensó. Pero las mujeres eran impredecibles, caprichosas. Ninguna lo había comprendido hasta ahora... Quizás la próxima.










domingo, 12 de junio de 2011

CHICHÉN ITZÁ Y LOS MAYAS

Pirámide de El Castillo/foto del autor




La serpiente emplumada o Quetzalcóalt, que los mayas llaman kukulkán,
en el gran juego de pelota /Foto del autor


La serpiente emplumada, llevada por los toltecas a los mayas
 preside todos los edificios/Foto ddel autor

El Caracol o El Observatorio, donde los mayas estudiaban el firmamento
y establecían el calendario de rituales, siembras y cosechas, que
 posiblemente sirvió de inspiración al observatorio
 del Monte Palomar/Foto del autor

El observatorio del Monte Palomar (California) construido en 1948,
 más de diez siglos posterior al de los mayas.


Chichén Itzá es sin duda el más conocido y mejor restaurado (aunque le faltan muchas zonas por completar) de los yacimientos mayas de la península de Yucatán. Construído en el llamado periodo clásico maya  (siglos VII y VIII) fue abandonado en el  IX y repoblado en el X, momento en que fue invadido por los toltecas llegados desde Tula que incorporaron el culto a Quetzalcóalt, la serpiente emplumada, que los mayas llaman kukulkán.
De todos los templos y edificios restaurados dos son los más espectaculares. Uno de ellos es El Castillo de 25 metros de altura, asimismo llamado pirámide de kukulkán, porque en los equinoccios de primavera y otoño, el juego de luces y sombras hace parecer que las cabezas de serpiente de un lateral de la escalinata norte se mueven. El otro es conocido como El Caracol, nombre que le pusieron los españoles por una escalera interior, que los mayas utilizaban para sus estudios astronómicos y para determinar las épocas de siembra y recolecta así como para determinar sus periodos rituales, aunque en la actualidad se le llama asimismo el Observatorio por su gran y sorprendente parecido con el del Monte Palomares, situado en California y construído en 1948, de tal manera que parece una copia del edificio maya.



jueves, 9 de junio de 2011

EL ESTADO DE BIENESTAR EN GRAVE PELIGRO (Democracia real ya)


El movimiento del 15 M, el que reclama democracia real, ha decidido levantar los campamentos y asambleas que mantenía en gran número de ciudades españolas, aunque en algunas (Barcelona o Valencia, por ejemplo) ha sido desalojado por las fuerzas policiales. La permanencia de los campamentos perjudicaba la vida de las  ciudades, a los comercios allí situados y al propio movimiento de protesta. Este fenómeno que ha dinamizado y alterado la vida política en países como Grecia, Portugal, España, Francia o Turquía no es solo un movimiento de marginados y antisistemas, como algunos han querido presentarlo. Es mucho más: es un grito de protesta y rebelión de jóvenes, pero también de otras edades, ante la situación actual de crisis económica que los partidos mayoritarios, tanto de gobierno como de oposición, no acaban de resolver o, en todo caso, lo hacen con medidas liberales y neoconservadoras que priman a la macroeconomía y castiga la microeconomía, la que padece la mayoría de la población. 
Unas medidas dictadas por gobernantes elegidos, es verdad, democráticamente, pero en buena parte impuestas por organismos internacionales no democráticos (como entidades financieras y bancarias, en buena parte causantes de la crisis, rescatadas con dinero público y ahora reconvertidas en dictadoras de las nuevas medidas), algo que se ha dado en llamar el mercado, casi el dios mercado. Y eso, unido a la falta de perspectivas de encontrar empleos adecuados, la falta de soluciones inmediatas  de los poderes políticos y la amenaza -el algunos casos ya realidad- de recortes sociales, es el embrión de las protestas. Por ejemplo, en México se está celebrando una reunión mundial de Cámaras de Comercio. Y en la inauguración de la misma habló el presidente mexicano, Felipe Calderón, y dijo que los países y los Gobiernos deberían tomar ejemplo y actuar como las empresas. Dicho de otra manera, lo único que importan son los beneficios en la economía, no los habitantes y sus situaciones y problemas. ¿Dónde quedan aquellas constituciones que hablaban de conseguir la felicidad del pueblo?
Lo que se está jugando en realidad es  el Estado del Bienestar, una de las conquistas más importantes de las democracias en el pasado siglo XX. Se pone en cuestión asuntos tan vitales como la sanidad y la enseñanza pública, el derecho a una jubilación digna, los avances de los trabajadores y los sindicatos democráticos para obtener empleos adecuados y derechos… Algo que está alarmando a las poblaciones de muchos países que han visto esos avances sociales en franco peligro. Y no de ahora mismo, la situación viene dándose desde hace años con el avance de las ideas ultraliberales y neoconservadoras. Concretamente, desde que se hundió y quebró el mundo comunista, desde la desaparición de la URRS, cuyo modelo revolucionario había fracasado y no convencía ya a casi nadie, pero que había servido de contrapoder, de amenaza de una situación que la mayoría de los países democráticos no deseaban y que las fuerzas económicas temían y las ponían en situación de ceder y de pactar para evitar que cundiese el contagio. Por eso desde las fuerzas democristianas hasta las socialdemócratas encontraron una posición de equilibrio entre capitalismo moderado y avances sociales: el estado de bienestar.
Eso es lo que está en peligro hoy en día. Eso es lo que mueve a las protestas generalizadas. Eso y el abandono por los partidos democráticos de sus ideales y sus cesiones ante el dios mercado que de democrático no tiene nada..

martes, 7 de junio de 2011

TÚ ERES PURO TEATRO (Relato)





Tendría unos treinta años, los globos de los ojos abultados -como los de Peter Lorre, dato para los cinéfilos- y unas gafas de pasta negra; de altura, andaría por el uno setenta y cinco, aunque parecía algo menos porque caminaba permanentemente encorvado. Para decirlo en pocas palabras, parecía un poco panoli. Algo que, particularmente, no me importaba en absoluto..., sobre todo si disponía de  dinero suficiente para pagar la minuta. En el trabajo, al menos en un trabajo como el mío, no se puede andar con delicadezas, sobre todo acostumbrado a tener la cuenta corriente permanentemente al borde del colapso. Y es que el dinero es el dinero, venga de donde venga: de un tío guapo vestido por Armani o de uno con aires de despistado y con ropa facilitada diríase que por el enemigo. En resumen: mi cliente quería que averiguase todo lo que pudiese sobre una chica de la que al parecer se había enamorado perdidamente, de la que sabía muy poco y a la que había tratado solamente en un par de ocasiones. Posteriormente, había conectado con ella por teléfono pero siempre le daba largas.
— La última vez me dijo que tenía que salir con un periodista -me fue explicando-, supongo que por asuntos de negocios, para intentar que la promocione ya que ella es actriz y tiene un pequeño grupo teatral que ha formado con unas amigas. Pero no sé..., últimamente me rehúye y quiero saber lo que pasa. Estoy convencido de que con todos los datos en mi mano puedo atraerla ya que, además, le estoy escribiendo un monólogo para que ella lo represente.
Quién lo diría. Escritor teatral. Al menos esporádicamente, porque profesionalmente se dedicaba a vender productos de regalo para las empresas. Me dio datos de la actriz renuente a sus aproximaciones y me dispuse a comenzar el caso, previa aceptación de un anticipo, que la pela es la pela y es muy duro sobrevivir como detective privado en una ciudad deprimida de una autonomía que conoció tiempos mucho mejores.

Comencé mi trabajo cobrando en el banco el talón del anticipo. De vez en cuando merece la pena hacer las cosas por su debido orden, sobre todo en cuestiones financieras y cuando tu cuenta amenaza con números rojos que los del banco penalizan con auténtica usura. Después me dispuse a establecer contacto visual con la actriz que se llamaba Isadora. Me había dicho mi cliente dónde paraba habitualmente, en un bar llamado Oscar Wilde (los bares con pretensiones se han vuelto de un culto exagerado aunque luego no sepan servir correctamente ni un zumo de tomate, cosa que tampoco me preocupa pues no bebo esa clase de copas con gran disgusto por parte de mi hígado) y hasta allí me dispuse a ir a tomar el aperitivo. Era un local pequeño, cinco metros de barra y cuatro veladores, y el camarero tras la barra no se llamaba Ernesto aunque sí se daba importancia. A esa hora no estaba muy concurrido. En la mesa junto a la cristalera un par de tipos y una moza en technicolor: pelo naranja, pantys a rayas horizontales de diferentes colores, minifalda verdosa y top negro, con los consabidos piercings en el ombligo, labio inferior de una boca grande, y en la oreja. Hablaban de cine, algo sobre un corto que estaban rodando. En la otra mesa, un par de chicas, una de ellas rubia y menuda, de cara agraciada y aparato corrector de dientes, la otra con melena recogida y que estaba dando contundentes explicaciones y detalles sobre algo. Ninguna era mi objetivo, a juzgar por la descripción que  había dado mi cliente. Pedí un segundo rioja tinto y me dispuse a esperar, hojeando el periódico del día. Ya estaba a punto de leer las esquelas por aburrimiento, cuando llegó Isadora, afortunadamente para su salud sin bufanda, no le fuera a pasar lo mismo que a la Duncan, ya saben aquella otra Isadora que murió asfixiada a causa de su foulard.
Pedí mi tercer rioja y esquivé la conversación del camarero que intentaba contarme no se qué sobre fútbol. La joven se había sentado en la mesita de las otras dos mozas. Viéndola comprendí porque rehuía a mi cliente. Y no es porque fuera espectacularmente bella, sino porque mi cliente al lado de ella (y me temo que al lado de cualquier otra) era espectacularmente raro. Isadora era joven, unos veinticinco años, pelo pelirrojo oscuro, bajita aunque lo disimulaba con botas de tacón alto y un cuerpo bien proporcionado con un escote amplio y prometedor, cara bonita, angulosa y con pómulos (daría bien en la tele), ojos muy expresivos y todo un repertorio de gestos y muecas que le conferían un dinamismo extraordinario. Solicitó al camarero un blanco semi-seco con aceitunas, y las tres se concentraron en una conversación sobre focos, luces, vestuario y dramaturgia.
Decidí hablar de fútbol con el camarero que no se llamaba Ernesto e intentar sonsacarle datos sobre Isadora y sus amigas. Después de evaluar con él a Figo, las posibilidades del Madrid y del Barça y otras cuantas profundas tesis futboleras, pude averiguar algunas cosas. Por lo menos me enteré de donde ensayaban, en un local municipal de un concejo vecino.




Informé a mi cliente, que se apellidaba Pulido (desatinos del destino) de lo que había podido averiguar. Isadora no salía con nadie..., por lo menos con nadie en exclusiva. Tenía un montón de amigos y algunas noches las pasaba de local en local hasta que estos cerraban. Se la había visto de copas con el periodista mencionado, pero también con gente relacionada directamente con su profesión, y con un político local encargado del área de cultura del municipio donde ensayaban y en donde vivía, incluso había ido a Madrid con él y otros cargos municipales a resolver algún asunto. Isadora había estado viviendo dos años en la capital estudiando arte dramático y había tenido una pareja estable, aunque habían roto justo antes de regresar ella y formar su compañía. Esos datos no le hicieron especialmente feliz a Pulido, quien quiso que siguiese controlando lo que pasaba y le aportara algunos más, claro está previo pago de lo que había currado. Me contó que estaba muy enamorado, que todo había comenzado cuando la ayudó con unos programas informáticos y que en quince días se dio cuenta que la quería y se prometió a sí mismo hacerla su esposa. Vamos, que le había entrado fuerte, y todo en un par de semanas. En fin, cosas peores se habían visto y precisamente yo no era el más adecuado para juzgar en esos terrenos, mi último enamoramiento apenas había durado seis horas: por la noche hicimos planes para vivir conjuntamente y al amanecer del día siguiente  me había pedido que la llevara de vuelta a su casa. Todo un récord.
Seguí investigando pero la cosa no daba para mucho más. Pronto tendría que entregarle el informe final y buscarme un nuevo cliente que me permitiera llegar a fin de mes. Logré contactar con Isadora y su grupo teatral visitándolas en el local de ensayo y haciéndome pasar por funcionario de la Consejería de Cultura. Tomé unos cafés con ellas, hablamos sobre la obra que preparaban e incluso asistí a un preestreno de la misma en un Certamen de Teatro Joven. Pero no había nada más concreto que decirle a Pulido, salvo que Isadora en absoluto congeniaría nunca con él puesto que sus caracteres, intereses y aficiones no podían ser más diferentes. Aunque, eso sí, comprendí lo fácil que le había resultado a Pulido enamorarse de ella. No sólo era muy atractiva físicamente sino que en el trato próximo resultaba encantadora y agradable..., y tenía una buena cabeza, cosa que dudaba de Pulido.




Justo el día en que iba a cerrar definitivamente el informe y dar carpetazo a mi relación profesional  con Pulido, se precipitaron los acontecimientos. Ni el mejor texto de un drama teatral lo hubiera podido presentar tan adecuadamente. Una de las tres actrices del grupo había aparecido muerta sobre el escenario donde ensayaban. La habían encontrado, apuñalada y llena de sangre, Isadora y su amiga, la rubita del aparato en los dientes, cuando habían acudido por la tarde al ensayo diario habitual. De momento, no había ningún sospechoso ni indicios de porqué se había cometido el asesinato. Posiblemente un maníaco o algún delincuente sexual. No se había oído nada ya que el teatro quedaba algo apartado. Pero quizá lo más macabro era que la obra que preparaban trataba también de un horrible asesinato ya que recreaba el caso de unas criadas, las hermanas Papin, que asesinaron a puñaladas en Francia por los años treinta  a su ama, en una historia de celos, sexo, humillación y esquizofrenia. Algo que había tratado con acierto y éxito  el autor teatral Jean Genet.
Pero el destino siempre tiene ironías. Los guiones de la vida están escritos por algún loco y corregidos por algún malvado, o al revés. El caso es que el espeluznante suceso dio pie a que Pulido contactase con Isadora, le presentase sus condolencias y la ayudará en el trance. Nunca se supo quien había sido el asesino. Pero a los tres meses Pulido e Isadora se casaron. Tuvieron el detalle de invitarme a la boda. Decidí no asistir y ese día de invierno, con frío y lluvia, opté por refugiarme  ya temprano en el “Vértigo”, en donde perdí el poco dinero que tenía jugando a los dados con “La china” y con Tina, y gané una monumental resaca que me costó dos día superar.

Del libro "Tú serás mi último fracaso"



sábado, 4 de junio de 2011

EL VOLCÁN POPOCATÉPETL, AMENAZA CONSTANTE SOBRE MÉXICO

El Popo con su fumarola y rodeado de nubes/Foto del autor


Cubierto totalmente de nieve por el invierno/Foto del autor

La mujer dormida (Iztacchualt) con la ciudad de México a sus pies/Foto del autor


Una vez más, el volcán Popocatépetl, a poco más de cincuenta kilómetros de la ciudad de México, se ha despertado lanzando una nube de cenizas a diez kilómetros de altura. 
Fenómeno que puede ser observado desde los estados de México, Puebla y Morelos. El escritor Malcon  Lowry escribió las peripecias de su cónsul borracho en Cuernavaca en la novela Bajo el volcán, refiriéndose a este volcán que domina a una población de más de treinta y cinco millones de personas repartidas en los tres estados mencionados. Está activo desde tiempos prehispánicos, auque en el siglo XX estuvo relativamente  tranquilo hasta que a partir de 1991 volvió a dar señales de vida. Ya en 1519 el español Diego de Ordás lo ascendió para conseguir azufre para fabricar pólvora que necesitaba; y en 1927 se registró una fuerte erupción provocada por dinamitar el cráter para poder extraer asimismo  azufre.
El Popocatpetl, aunque se le llama abreviado y cariñosamente Popo, a pesar de su amenazante aspecto, tiene 5.500 metros de altura y una edad de 730.000 años. Su nombre en náhualt significa Montaña que humea. Fue una deidad azteca que aun hoy en día tiene algunos seguidores que lo denominan don Goyo. Las leyendas dicen que fue un valiente guerrero enamorado de una doncela o princesa llamada Iztaccihualt (mujer dormida, ya que sus formas así lo parecen)) que es una cadena montañosa unida al volcán.
A pesar de su actividad y de sus esporádicas expulsiones de nubes de cenizas y fumorolas casi constantes, el volcán tiene glaciares perennes y en los inviernos frios se cubre enteramente de nieve.

miércoles, 1 de junio de 2011

EL CENTRO NIEMEYER DE AVILÉS

Al Centro Niemeyer se llega a través de un puente de hierro
de la época y factura de Eiffel, actualizado por el artista
 plástico R. Rodríguez./Foto del autor

Vista de la cúpula y de la torre que alberga un centro
gastronómico y de coctelería /Foto del autor

Auditorio, con un dibujo del propio Niemeyer/Foto del autor

En primer plano la torre, más allá el auditorio y al fondo
 la industria siderúrgica y nubes de vapor de las baterías de coque
/Foto del autor

Otro aspecto de la cúpula/Foto del autor


El Centro Niemeyer en Avilés (Asturias), inaugurado recientemente, proyecto del arquitecto brasileño Oscar Niemeyer, premio Príncipe de Asturias, viene a completar las muchas y variadas actividades culturales de la ciudad (festivales de teatro, de música clásica y moderna, de cerámica,congresos de todo tipo...) y una rica infraestructura de esas materias. Avilés asimismo reúne en su comarca las principales industrias del Principado, cuenta con un importante puerto mercante y pesquero, y tiene un atractivo casco histórico con iglesias, palacios y edificios a partir del siglo XI.
El Centro Niemeyer, levantado al lado del puerto y en terrenos hasta hace poco industriales viene a ser una síntesis perfecta de lo que es la ciudad: industria, patrimonio arquitectónico, cultura, turismo, gastronomía y servicios. Y representa una clara apuesta por situar Avilés en primera línea y en referente de todo lo que signifique cultura.