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Basílica vieja/Foto del autor |
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Basílica nueva situada al lado de la vieja /Foto del autor |
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Los más diversos grupos acuden en peregrinación a la Virgen de Guadalupe/Foto del autor |
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En la explanada se llevan a cabo toda clase de rituales y ceremonias/Foto del autor |
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No solo el día de la festividad, sino durante todo el año la multitud se concentra en la plaza de la Basílica/Foto de autor |
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A la Virgen de Guadalupe se le piden toda clase de remedios /Foto del autor |
Más de seis millones de personas acudieron en peregrinación desde diversos puntos de la república mexicana hasta la Basílica de Guadalupe, situada en la capital, el pasado 12 de diciembre, día en que se celebra la festividad de la Virgen de Guadalupe, patrona de esta nación. Y es que la devoción por esta virgen es extrema. Es una de las herencias más firmes que dejó la conquista espiritual llevada a cabo por los misioneros españoles desde el mismo momento en que desembarcaron en esta tierra. Todo comenzó en 1531 según cuenta la leyenda. Se dice que un indio de nombre Juan Diego cuando caminaba por el cerro de Tepeyac, lugar donde los indígenas adoraban a una diosa prehispánica de nombre Tonantzin, se le apareció la virgen, apariciones que se repitieron y en las que le pidió en su propia lengua, náhualt, que le construyeran un templo allí. Así es cómo se inició el culto a esta virgen que arraigó profundamente y fue creciendo hasta la actualidad, aunque pocos años después de las supestas apariciones los mismos franciscanos desautorizaban el culto por considerarlo idólatra. Y en 1895, el obispo de Tamaulipas renunció a su cargo para denunciar el engaño y atribuirlo a la credulidad de un pueblo ignorante. Últimamente, en 1996, el propio encargado de la Basílica, Guillermo Schulenburg, negó que la existencia de Juan Diego estuviese probada.
Lo más curioso es que una Virgen del mismo nombre, Guadalupe (nombre que parece provenir del árabe), ya existía en España, concretamente en Cáceres (Extremadura) desde el siglo VIII. Cuenta la leyenda que un pastor llamado Gil Cordero, encontró si imagen tallada en madera negra en la orilla del río Guadalupe, donde fue levantada una capilla para honrarla y que más tarde se ha convertido en la patrona de esa Comunidad cuya fiesta se celebra el 8 de setiembre, precisamente el misma día en que también se celebra otra virgen, la de Covadonga, esta vez en Asturias, asimismo en España.
Como se ve, la similitud de ambas leyendas y la falta de pruebas, pone en duda -y así lo manifiestan muchos historiadores y estudiosos, algunos de ellos religiosos- la veracidad de ambos mitos. Pero estos continúan arraigados en los pueblos. Sobremanera en el mexicano donde la devoción por la virgen esta muy extendida y en la Basílica en donde se encuentra la imagen de la Virgen de Guadalupe pasan millones de personas al año para visitarla, rezarla y pedirle divinas intervenciones.