jueves, 22 de septiembre de 2011

MÉXICO QUERIDO Y.... ¿LINDO?


Muertos en la guerra entre carteles

Operación contra el narco

Plantación dde marihuana

Carteles para reclutar componentes para algún cartel de narcotraficantes

Reclamo en uncomisaria para reclutar policías7Foto del autor

Martes,20: Paran el tráfico y, tranquilamente, sin prisas, arrojan 35 cadáveres en la zona turística de Boca del Río, en el estado de Veracruz. Miércoles, 21: Asaltos a dos restaurantes en zonas céntricas de la capital mexicana acaban en sendas balaceras y con tres muertos. Al mismo tiempo que ocurre esto, el INEGI (Instituto Nacional de Estadística y Geografía) da a conocer su Encuesta nacional de Victimación (¡) y Percepción sobre Seguridad Pública 2011: más de 17,8 millones de habitantes mayores de 18 años de la república mexicana fueron víctimas de algún delito denunciado entre enero y diciembre de 2010 (¡ y se denuncian muy pocos!). Lo que significa que al menos un 24 por ciento de la población fue objeto de robo, extorsión, fraude u otros delitos del fuero común. Y de esas denuncias el 92 por ciento quedó en la impunidad, bien porque no se investigaron o porque no se llegó a ningún resultado. Y en este periodo presidencial, sexenio que acabará el próximo año, ya van más de 50.000 muertes en la lucha contra el narcotráfico, muchas de ellas narcotraficantes pero también policías y soldados y un buen número de inocentes.

Mientras tanto el presidente Felipe Calderón defiende en todas partes la necesidad de ese combate por él comenzado, con la utilización de los ejércitos de Tierra y de la Marina (ya que no confía en buena parte de la policia, corrupta, captada por el narco, y dividida en varios cuerpos) a pesar de los altos costes. Y entre la población crece el descontento y las dudas sobre si era necesario emprender esa guerra. Y la sensación de que la corrupción y la impunidad ganan terreno se extiende cada vez más y en todos los ámbitos. Hablando la semana pasada con una juez me afirmo que la impunidad no es más que la corrupción que existe en todos los ámbitos, también en la justicia. Y es que, aunque esa guerra fuera poco menos que inevitable, por sí sola no va solucionar el problema de las drogas y de los carteles que la negocian. Cada vez más se va extendiendo la idea de que es necesario una mejor y más extensa educación pública, medidas y justicia social, trabajo regulado para todos, sanidad universal… Y, claro, para conseguirlo se necesita una política fiscal adecuada, en la que paguen todos de manera progresiva… Y eso son palabras mayores sobre un asunto muy sensible para los que más ganan.

Mientras tanto el turismo, uno de los sectores que proporcionan mayores ingresos, se contrae afectado por la oleada incesante de asesinatos. Y de aquella canción, “México lindo y querido”, compuesta en los años veinte por Chucho Monge y dada a conocer internacionalmente por Jorge Negrete, convertida casi en himno oficioso de ese país, ( ¿recuerdan?: si muero lejos de ti que me entierren en la sierra al pie de los magueyales y me cubra esta tierra que es de hombres cabales) se comienza a dudar. México querido, sí…, pero lindo y cabal?

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