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Restos erosionados de la talla de un jaguar (Foto del autor) |
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Entrada a la pirámide excavada en lo alto de la montaña (Foto del autor) |
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Cámara en el interior de la montaña con tallas de serpientes (Foto del autor) |
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Restos de los trabajos de los aztecas (Foto del autor) |
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Convento de los agustinos, visto desde la cima de la m ontaña (F0oto del autor) |
El pequeño pueblo de Malinalco, poco más de siete mil habitantes,en Toluca, tiene unos singulares restos aztecas, con una pirámide excavada en la montaña situada a 1 kilómetro del pueblo y se accede a ellos a través de un largo camino que va serpenteando y subiendo hasta la cima de la montaña. Desde ese pintoresco emplazamiento se divisan unas magnificas vistas panorámicas del valle y del pueblo.
Los aztecas llegaron a este territorio tardíamente, en 1476, y se encontraban aún asentándose en la zona y construyendo su centro ritual cuando llegaron los españoles. En lo alto de la cima y pirámide, tallado en la misma ladera, se encuentra El Cuauhcalli, el templo de los guerreros águila y jaguar. Allí se iniciaban a los hijos de los nobles aztecas en las órdenes guerreras.
Pero en Malinalco también se puede visitar un convento agustino del siglo XVI.