jueves, 20 de noviembre de 2014

LA VIOLENCIA Y LA CORRUPCIÓN EN MÉXICO

"Vivos se los llevaron, vivos los queremos", reclaman por los 43 estudiantes desaparecidos

Manifestación por los estudiantes de Iguala

La "casa blanca" propiedad de la primera dama de México, que se ha comprometido a vender.


 
La preocupación por la corrupción está hermanando a España y México. Si bien en este último país desde hace muchos años ocupa lugares de privilegio (las famosas mordidas, a escala reducida, y los grandes negocios millonarios que crean fortunas de la nada), en España es últimamente cuando comienza a preocupar de verdad, con los casos Gurtel, los ERE´s de Andalucía o los Puyol en Cataluña, solo por citar algunos.

Pero en la república americana algo está comenzando a cambiar: tanto el presidente, Peña Nieto, como su mujer, Angélica Riviera, han dado a conocer sus ganancias y patrimonios viendo como la población con 50 millones de pobres y ya castigada suficientemente por la violencia -de la que hablaremos más adelante- ahora protestaba por dudosas operaciones inmobiliarias de la pareja. Y es que se ha conocido como la esposa del primer mandatario tenía una mansión, popularmente conocida como la casa blanca y situada en la mejor zona de la capital mexicana, valorada en 54 millones de pesos (unos 3 millones de euros) -otras informaciones elevan su valor hasta más de 80 millones- y que había sido construida por el grupo Higa, una de las constructoras que más trabajo había realizado para el estado de México cuando Peña Nieto había sido gobernador y que recientemente había participado en un consorcio que ganó la adjudicación del tren rápido que unirá México capital con Querétaro, aunque después se suspendió la adjudicación ante el escándalo suscitado al haber sido único grupo que concurrió a la subasta.

Ante la situación y el escándalo, la esposa del presidente mexicano declaró que vendería la casa (en realidad sólo había pagado un treinta por ciento de su valor en una inusitada operación financiera con la constructora) y afirmó que su dinero lo había ganado trabajando como actriz de telenovelas durante veinticinco años con el gripo Televisa, que le pagó como finiquito de su contrato una casa en una muy buena zona de la ciudad y 88 millones de pesos (más de 5 millones de euros). A su vez, el presidente también se vió obligado a dar cuenta de sus bienes: 5 casas (de 560 m2,138 m2, 211 m2, 150 m2 y 338m2) más dos terrenos dedicados a usos agrícolas, y unas ganancias declaradas de 3,4 millones de pesos al año ( unos 200.000 euros).

En realidad, las ganancias y las corrupciones por muy importantes que sean ocupan un lugar secundario en México ante la violencia y la sensación de impunidad en la que se vive. Como lo sucedido a los 43 estudiantes desaparecidos en Iguala, va a hacer dos meses, de los cuales todavía no se he esclarecido la verdadera situación (todo indica que han sido asesinados por los narcos, tras haber sido entregados y detenidos por la policía local a instancias del alcalde de la localidad y de su mujer para que no pudieran protestar en un acto protagonizados por ella). Desde entonces las protestas y marchas se han sucedido y hoy, 20 de noviembre 104 aniversario de la Revolución mexicana, los festejos se han suspendido ante las tres marchas anunciadas para reivindicar que los 43 desaparecidos sean devueltos con vida, el bloqueo que intentaran hacer del aeropuerto y otras manifestaciones varias.

Al mismo tiempo, se han dado a conocer datos espeluznantes sobre feminicidios. Entre el pasado año y el presente, ocurrieron 3.892 asesinatos de mujeres. Y en los meses de este los secuestros han aumentado un 33,7 por ciento. La gran mayoría de estos casos no se han resuelto.

martes, 11 de noviembre de 2014

ACAPULCO

 






 
Acapulco (lugar de juncos, en lengua náhuatl) es posiblemente el destino más tradicional de vacaciones de los mexicanos, sobre todo de los que viven en la capital. Ocupa una franja costera a todo lo largo de la bahía de Acapulco y se divide en tres tramos claramente diferenciados: la parte antigua, con un centro comercial decrépito y un tráfico imposible; el Acapulco Dorado, que ocupa la parte central de la bahía; y Acapulco Diamante, la zona más moderna con grandes hoteles y lujosas urbanizaciones. En total, unos setecientos mil habitantes que se incrementan formidablemente con los veraneantes.

Cuando llegaron los españoles, en 1512, y vieron la hermosa bahía lo primero que hicieron fue construir un puerto, con su muelle y su astillero. Al mismo tiempo organizaron una ruta comercial terrestre con la ciudad de México, conocida posteriormente como el Camino de Asía pues era la vía por la que llegaban las mercancías asiáticas que los galeones traían de China y Filipinas. El complejo comercial se completaba con el conocido como Camino de Europa que unía a la ciudad de México con Veracruz, y este puerto enlazaba con los navíos que iban a Cuba y a España. Tras la independencia esa ruta comercial languideció hasta desaparecer y Acapulco perdió toda su importancia, hasta que ya a finales de  los años veinte del siglo pasado se hizo una carretera que unía a la capital de la república con la población costera y se convirtió en la residencia vacacional de los capitalinos.

A partir de los años cincuenta Acapulco se promociona, gracias en gran parte, a Hollywood que rueda una serie de películas en su bahía. Es más, John Wayne, Jhonny Weissmuller, Errol Flyn, Richard Widmark, Cary Grant, Tyrone Power, Roy Rogers y Fred McMurray formaron una sociedad que llamaron The Hollywood Gang y compraron un hotel para acudir con frecuencia a Acapulco. Eso catapultó a la fama a la población.

Actualmente, ya no tiene ese glamour aunque sigue siendo frecuentada por artistas tanto del cine como de la música mexicana y, sobre todo, de la televisión y sus telenovelas, y en ella  tienen su residencia vacacional muchas personas conocidas tanto del mundillo artístico como de los negocios. Pero la falta de planificación urbanística ha convertido a la bella bahía en un repertorio de grandes edificios, lujosos hoteles y urbanizaciones de calidad que rodean el litoral siguiendo la carretera Costera y que más adelante se transforma en la carretera Escénica pero que ocultan la vista de la bahía e impiden en muchos tramos el acceso a las playas. Un urbanismo salvaje que ha primado a las construcciones privadas y que ha destrozado lo que podría haber sido un paseo marítimo espectacular.

martes, 4 de noviembre de 2014

HACIENDAS MEXICANAS


Hacienda Yaxcopoil (Quintana Roo)

Hacienda Vista Hermosa (Morelos)
 
 
Por toda la geografía mexicana pueden encontrarse gran número de haciendas. Unas, las primeras, fundadas por Hernán Cortés ( se le atribuyen varias, demasiadas) y sus capitanes y soldados, otras durante la época colonial relacionadas con explotaciones de minas o plantaciones,  y las últimas y más rercientes vinculadas al cultivo del henequén.
 
El henequén es una planta de la familia de los agaves (similares a de los que se obtiene el tequila) también conocido como oro verde ya que, aunque conocido desde la época prehispánica, fue en la época de las haciendas del siglo XIX cuando se cultivó de manera intensiva para producir sogas y cuerdas de gran calidad y resistencia y , sobre todo, a partir de 1857 cuando un ingeniero, José Esteban Solís, invento el tren de raspa, una maquinaria que permitió la fabricación industrial de hilos y tejidos de esa fibra, y que pocos años más tarde la compañía norteamericana Mc Cormick la perfeccionó y exportó la fibra a todo el mundo inaugurando así una época de gran riqueza en la zona de Yucatán, periodo que duró poco ya que la invención de las fibras sintéticas relegó al henequén. Y las haciendas que los cultivadores de la planta, que se habían hecho ricos, fueron decayendo hasta caer muchas de ellas en un total abandono.
 
Pero el turismo hizo revivir las haciendas en todos los puntos de la extensa geografía mexicana. Hoy en día la mayoría de las haciendas están dedicadas a hoteles, unos -la mayoría- de gran lujo. En ellas se puede descansar rodeados de comodidades -spas, piscinas, equitación, gastronomía mexicana e internacional,. convenciones empresariales...- pero, claro está, a un precio muchas veces elevado. En México, los hoteles de lujo suelen tener precios elevados.


lunes, 3 de noviembre de 2014

EL DESMANTELAMIENTO DEL ESTADO DE BIENESTAR, AUTÉNTICO MOTOR DE LA CRISIS POLÍTICA ESPAÑOLA

 
 
La situación política en España pasa por unos momentos de gran confusión, de crispación y de ebullición de movimientos sociales y políticos, con un telón de fondo omnipresente: el descontento. La culpa de todo ello, según la mayoría de los analistas políticos, radica principalmente en el descrédito de los partidos políticos gobernantes (PP y PSOE), lo que el recientemente surgido partido polítics Podemos llama la casta, tomando la expresión de los italianos, y sorpresivamente suscitando  en muy poco tiempo la simpatía de un amplio espectro de electores, tanto de la derecha como, principalmente, de la izquierda y de las amplias capas abstencionistas. Y señalan como desencadenante la corrupción que aflora con fuerza desde hace relativamente poco. Asuntos como Gurtel, los Eres andaluces, el caso Pujol, Granados y su red, las tarjetas opacas de altos cargos… Conclusión, los políticos son todos unos corruptos, están robando y hay que echarlos. Algo simplista, no todos son corruptos y efectivamente hay que depurarlos de sus cargos, como hay que exigir a los partidos políticos controles eficaces y una mayor transparencia.

Pero quien piense que todo se reduce a eso se equivoca. El malestar radica y se sustenta en la crisis económica que desde hace años azota a Europa y, principalmente, a los países del sur. Y a la incapacidad de solucionarla. O lo que es tan grave, a emplear soluciones que no tienen en cuenta a la población. Es decir, lo que ha llevado a cabo España de la mano de Alemania. Y que ha producido que una cuarta parte de la población activa esté sin trabajo y que la pobreza haya crecido exponencialmente. No se ha producido un estallido social gracias a la red de protección de la familia y alas ayudas sociales, insuficientes y menguantes. Los recortes en sanidad, educación, ayudas sociales…, la no regulación de los bancos y sus hipotecas… En definitiva, la destrucción en buena parte del Estado de Bienestar.

Eso es lo que está moviendo lo que pasa en España. Si ese Estado de Bienestar no hubiese desaparecido en gran medida, la corrupción sería igual de reprobable pero no alcanzaría las cotas de indignación actuales, ni el descrédito de los partidos políticos y de los políticos llegaría a tan altas cotas (descrédito que no alcanza, al parecer, a los corruptores, a esos empresarios que compran voluntades y olvidan la ética empresarial, si alguna vez existió). Por lo tanto, el acento de la protesta hay que ponerlo en su justo término: rechazo al actual desmantelamiento del Estado de Bienestar y de la política que prima a un capitalismo salvaje. Mientras los partidos políticos, al menos algunos de ellos, no asuman claramente esta situación y defiendan sin tibiezas políticas para reconquistar urgentemente lo perdido, el descontento seguirá creciendo y los flautistas de Hamelin encantaran a las masas con retóricas agradables a los oídos (autoritarismos fascistoides por un lado, revolucionarios vacíos, por otro) pero sin las suficientes soluciones prácticas