Ernesto Cardenal, el polémico sacerdote, crítico implacable del colonialismo hispano, poeta y revolucionario contra el régimen sandinista en Nicaragua, allá por los años setenta y ochenta, está en España recogiendo el premio de poesía doña Sofía, dotado con 42.1000 euros, que ha coincido con la publicación de una antología suya bajo el título de Hidrogeno enamorado. Pero ese premio y su estancia en la península ibérica me ha traído a la memoria a otro sacerdote, revolucionario y poeta asturiano, Gaspar García Laviana, prácticamente olvidado hoy en día, que también luchó con los guerrilleros nicaragüenses en lo que posiblemente fue una de las últimas revoluciones románticas en América.
Gaspar García Laviana nació en 1941 en Asturias, en el valle de La Hueria, en San Martín del Rey Aurelio, ordenándose sacerdote en la orden del Sagrado Corazón. Más tarde, en Madrid, compaginó su vocación de sacerdote con el trabajo en una carpintería de su barrio. Pero en 1969 se marchó a Nicaragua como misionero y se terminó implicando políticamente contre el dictador Somoza e integrándose en la lucha armada revolucionaria hasta que en diciembre de 1978 murió en combate siendo conocido como comandante Martín y estando al frente de una columna guerrillera al lado de otro mítico revolucionario, Edén Pastora.
Una lucha que compaginó con su faceta como escritor, como poeta:
A morir
a morir guerrilleroque para subir al cielo
hay que morir primero.
Pero también en sus poemas dejó escrito su filosofía política:
¡¿Es de izquierda o de derecha?¡
Tenga calma.Yo soy como las estrellas
con propia luz en el alma.
Un año después de su muerte publicaron en Managua su libro Cantos de amor y guerra. Precisamente, Ernesto Cardenal escribió en la introducción a este obra que “por su vida y su muerte es una inspiración y un ejemplo a seguir para todos los sacerdotes, para todos los cristianos y todos los nicaragüenses. Y Daniel Ortega, guerrillero que sería presidente del país tras derrocar a Somoza, dijo que “la muerte de Gaspar fue el impulso que nos llevó a la victoria“.
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